Aprende a preparar rápido y fácilmente la sopa de cebolla, aprende a seleccionar desde los ingredientes esenciales hasta los pasos fundamentales para la preparación, sumérgete en el fascinante mundo de la cocina mientras desentrañamos los misterios detrás de esta sopa, un clásico que nunca pasa de moda.
Contenidos de la publicación:
Receta de Sopa de Cebolla
Equipamiento
- 1 Olla grande
- 1 Cuchillo afilado.
- 1 Tabla de cortar.
- 1 Cucharón
- Cuencos para servir.
Ingredientes
- 5 cebollas grandes, en rodajas finas.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- 1 cucharadita de azúcar (opcional, para caramelizar las cebollas).
- 2 dientes de ajo, picados.
- 6 tazas de caldo de pollo.
- 1/2 taza de vino blanco (opcional).
- Sal y pimienta al gusto.
- Rebanadas de pan baguette.
- Queso gruyere rallado.
- Perejil fresco picado para decorar.
Elaboración paso a paso
- En una olla grande, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Agrega las rodajas de cebolla y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén caramelizadas y doradas, aproximadamente 30 minutos. Si deseas, agrega una cucharadita de azúcar para ayudar en el proceso de caramelización.
- Agrega el ajo picado y cocina por unos minutos más hasta que esté fragante.
- Vierte el caldo de pollo y el vino blanco (si estás usando) en la olla. Lleva la sopa a ebullición y luego reduce el fuego. Cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que los sabores se mezclen.
- Mientras tanto, precalienta el horno a 180°C. Tuesta las rebanadas de pan baguette en una bandeja para hornear hasta que estén crujientes.
- Cuando la sopa esté lista, sazona con sal y pimienta al gusto.
- Coloca cuencos aptos para horno en una bandeja para hornear. Vierte la sopa caliente en los cuencos.
- Coloca una rebanada de pan tostado encima de cada cuenco y espolvorea generosamente con queso gruyere rallado.
- Hornea las sopas en el horno precalentado durante unos 10 minutos, o hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
- Sirve caliente, espolvoreado con perejil fresco picado.
VIDEO REFERENCIAL (DE TERCERAS PARTES)
Notas
Información nutricional
¿Cuál es la historia de esta sopa?
La sopa de cebolla, un plato clásico que ha perdurado a lo largo del tiempo, deleita paladares y reconforta el alma con su aroma y sabor reconfortantes. Su historia se remonta a tiempos ancestrales, cuando la cebolla era considerada un ingrediente humilde pero versátil en la cocina. A lo largo de los siglos, esta sencilla sopa ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas y tradiciones culinarias, convirtiéndose en un verdadero tesoro gastronómico.
La historia de la sopa de cebolla se remonta a la época romana, cuando era considerada un alimento básico para las clases trabajadoras debido a su bajo costo y disponibilidad. Sin embargo, fue en la Francia del siglo XVIII donde la sopa de cebolla adquirió renombre y sofisticación, convirtiéndose en un plato emblemático de la cocina francesa.
Durante el siglo XIX, la sopa de cebolla ganó popularidad en todo el mundo, gracias en parte a la publicación de recetas en libros de cocina y a la difusión de su preparación en los restaurantes más prestigiosos. Desde entonces, ha sido reinterpretada y reinventada en innumerables ocasiones, pero siempre conservando su esencia reconfortante y deliciosa.
Hoy en día, la sopa de cebolla sigue siendo un plato muy apreciado en todo el mundo, tanto por su sabor inigualable como por su rica historia. Desde las acogedoras brasseries parisinas hasta los hogares de cualquier rincón del planeta, este manjar sigue siendo un símbolo de confort y tradición culinaria.
¿Qué beneficios tiene la sopa de cebolla?
La sopa de cebolla contiene una excelente variedad de nutrientes esenciales como vitaminas C y B6, así como minerales como el potasio y el manganeso. Estos nutrientes son fundamentales para mantener un sistema inmunológico fuerte y promover la salud cardiovascular, entre otros beneficios.
Además, la cebolla, ingrediente estrella de esta sopa, está repleta de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que pueden ayudar a combatir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes. Estos compuestos también pueden tener efectos positivos en la salud del corazón, al ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial.
Otro beneficio notable de la sopa de cebolla es su capacidad para promover la digestión y aliviar problemas gastrointestinales como la hinchazón y el estreñimiento. Esto se debe en parte a su alto contenido de fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a mantener un sistema digestivo saludable.
Además de sus beneficios nutricionales, esta sopa también puede tener efectos positivos en el estado de ánimo y el bienestar mental. Su aroma reconfortante y su sabor delicioso pueden levantar el ánimo y proporcionar un sentido de calma y satisfacción, especialmente en los días fríos o cuando se busca consuelo.
¿Cuántas calorías tiene la sopa de cebolla?
Una taza de sopa de cebolla casera típica contiene aproximadamente 160 calorías, dependiendo de los ingredientes específicos y las porciones utilizadas en la receta. Esta cantidad puede variar según factores como el tipo y la cantidad de aceite, la presencia de otros vegetales y el uso de caldo de pollo o de verduras. Es esencial recordar que las calorías en la sopa de cebolla provienen principalmente de los carbohidratos y grasas presentes en los ingredientes base, como las cebollas y el aceite de oliva.
Para aquellos que siguen una dieta baja en calorías o están buscando controlar su ingesta calórica, existen varias formas de adaptar la sopa de cebolla para que se ajuste a sus necesidades nutricionales. Por ejemplo, se pueden reducir las cantidades de aceite utilizadas en la preparación, optar por caldos bajos en sodio o incluso sustituir parte del caldo por agua para disminuir el contenido calórico total.
Ahora bien, además de su contenido calórico, es importante destacar que la sopa de cebolla también ofrece otros beneficios nutricionales. Las cebollas, que son el ingrediente principal de esta receta, son una excelente fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales, como la vitamina C, el potasio y el folato. Estos nutrientes son esenciales para mantener una buena salud y pueden contribuir a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Ya para finalizar, te invito a visitar otras recetas saludables como el hígado encebollado y la paella de pollo, hasta la próxima.